miércoles, 22 de septiembre de 2010

San Salvador. Taller de proyectos conceptuales: RESCATANDO LA PRIMERA CENTRALIDAD URBANA de San Salvador


Crónica I. 20 septiembre 2010.
corresponsales: García Torrente / Gavilanes / Alario

Como continuación de los talleres desarrollados en Ciudad de México en 2008 y Quito en 2009, promovidos desde La Ciudad Viva en coordinación con la UNAM y las universidades ecuatorianas , se desarrolla, en la Ciudad de San Salvador -El Salvador C.A- el taller de proyectos conceptuales: RESCATANDO LA PRIMERA CENTRALIDAD URBANA, coordinado por Alejandro Suárez Pareyón y el apoyo de FUNDASAL, y que sirven como preámbulo al II ENCUENTRO IBEROAMERICANO DE MEJORES PRÁCTICAS URBANAS, organizado por El Foro Iberoamericano de Mejores Prácticas, con apoyo del Gobierno de España (Ministerio de la Vivienda) y ONU Hábitat / ROLAC (Oficina Regional para América Latina y el Caribe).

El taller se está desarrollando en el Palacio Nacional de la Ciudad de San Salvador entre los días 16 y 22 de Septiembre, con estudiantes de las Universidades de Costa Rica, México y El Salvador. Para ello se han considerado  cinco temas conceptuales: 1- Manzana Habitacional Centro Histórico de San Salvador CHSS; 2- Complejo Multifuncional en Distrito Educativo CHSS; 3- Integración de Plazas CHSS; 4- Plaza Memorial Monseñor Oscar Arnulfo Romero CHSS;  5- Vivienda Cooperativa Mesón Mayen. Cada una de las universidades salvadoreñas (profesores y estudiantes) se está encargando de desarrollar el tema que le fue encomendado por sorteo, incorporando a su plantilla base estudiantes de Costa Rica y México, mientras que la aportación andaluza: Juan Gavilanes (ETSA Málaga), Ricardo Alario (ETSA Sevilla) y Ubaldo García Torrente (ETSA granada), junto a Alejandro Suárez Pareyón, Eduardo Torres y Malinali (UNAM México) se encargan de la revisión de todos los temas y de las sesiones críticas. Haciendo una abstracción, se trata de 4 frentes de investigación: la escala urbana del espacio de lo público, la microcirugía del proyecto de vivienda de bajo coste en régimen de cooperativa, el acercamiento al concepto de microciudad con el proyecto de un edificio multifuncional para la Universidad Tecnológica y la reflexión sobre la idea de un memorial dedicado a Monseñor Romero. Todos ellos entendidos bajo el prisma de la posibilidad real de ejecución a medio plazo.



Hoy lunes 20 ha sido la primera de estas sesiones críticas generales, por lo que se ha podido hacer un primer balance de la situación. Después de varios días de zozobra generalizada, parece que la situación se torna más clara y los equipos miran hacia el horizonte de la entrega final con cierto optimismo, por lo que, independientemente de las pequeñas lagunas argumentales de algún grupo, los estudiantes comienzan a tomarle el pulso a qué significa intervenir en la ciudad histórica desde la perspectiva y el compromiso de la contemporaneidad.  

Haciendo una breve síntesis de la situación que sirva para la comprensión del trabajo que se está desarrollando, cabría decir que el centro histórico de San Salvador ha sufrido, casi desde su fundación, todo tipo de infortunios de origen natural, político o social que han dado lugar a desastres como los enfrentamientos armados de la guerra civil, la corrupción, el abandono del área por parte de las clases medias, la toma generalizada y organizada de las maras, la venta informal, el tráfico caótico, la miseria, etc. Lo cual ha desembocado en la actual situación de caos y práctico desentendimiento por parte de las autoridades, clases dirigentes y capital. En general, el CH es un hervidero de comerciantes, sobretodo “informales” que invaden literalmente las calles creando varias capas sucesivas alrededor de las manzanas y los edificios originales, las cuales quedan prácticamente irreconocibles desde el espacio público. De esta manera se crea una situación caótica perfecta: el tráfico se colapsa y el mercadeo continúa su crecimiento de manera exponencial. En este río revuelto y muy bien organizado, todo parece ser ganancia para algunos y miseria para todos. Al anochecer, como por arte de magia esa madeja de desenmaraña y la ciudad queda sumida en el mayor de los abandonos, excepto, claro está, en la calle Rubén Darío donde la “fiesta” no parece tener fin.
Esta situación, desafortunadamente, no es única en el contexto latinoamericano, pero aquí se intensifica al contar con un hándicap insalvable: la ciudad ha ido quedando arrasada por los sucesivos terremotos que han esquilmado inexorable y paulatinamente el patrimonio edilicio de la ciudad histórica. No hay en la actualidad edificios anteriores al siglo XIX, y, por supuesto, en un precario estado de conservación. En este sentido, hablar de referencias a tipos, estructuras organizativas o constructivas del pasado es prácticamente un imposible, pues su memoria ha quedado borrada definitivamente del imaginario colectivo.

Volviendo a los proyectos propuestos, el trabajo de integración de las plazas: Barrios-Libertad-Morazán se está decantando por soluciones drásticas que hay que adoptar de manera decidida y de clara decisión política con apoyo social sin fisuras: se apuesta por la restricción del tráfico motorizado, la regulación de los “informales” y la reposición del caserío en las parcelas actualmente no construidas, para rematar con un fino ejercicio de proyectación de la piel misma y el mobiliario urbano de esos espacios y las calles que conforman el primer perímetro de la ciudad. Estas acciones servirán como laboratorio y detonante de otras futuras de mayor extensión.


El trabajo de la manzana Habitacional  y las viviendas en cooperativa Mesón Mayen están marchando por diferentes derroteros. De entrada, ha sido prioritario saber reconocer, sobre un solar donde no hay preexistencias, los valores de la trama histórica, el respeto a la cuadrícula primitiva de la manzana y la densidad edificatoria, puntos a partir de los cuales los estudiantes han comenzado a desarrollar sus propuestas.

El grupo dedicado a proyectar el edificio multiusos está haciendo esfuerzos por comprender que la unidad de un programa arquitectónico se consigue por la integración de las partes y no por la adicción de elementos independientes y aleatorios situados sobre una parcela, pretendiendo que el resto de terreno libre se llame “plaza”. 

Por último, el Memorial a Monseñor Romero, que partió de la trasnochada idea de derribar el antiguo cine Libertad para “dibujar” sobre las paredes y suelo del solar resultante, un imaginario formal que sirvieran como representación simbólica-mágica-alegórica alrededor de la figura del mártir, para construir un edificio que, al tiempo que completa la manzana, sirva como lugar de la expresión cívica y ciudadana de los individuos, a los que Monseñor dirigió todos sus esfuerzos.




La sesión crítica general ha servido, pues, para poner en común múltiples aspectos relativos a las pautas y objetivos inherentes a la recuperación del Centro Histórico de la ciudad de San Salvador, con actitud responsable y decidida.