lunes, 2 de marzo de 2009

Casa Genis-Pardo: una reflexión sobre la vivienda y la ciudad heredada


La familia en la sociedad occidental está asumiendo profundos cambios que hacen de esta institución un organismo en continuo reciclaje. Una entidad compuesta de múltiples afacetados, amplias dosis de apertura y condicionantes internos y externos bien diferentes a los de otras épocas. Está compuesta fundamentalmente por individualidades cuyos lazos son abiertos y autopactados, sobre los cuales se trazan variables vectores energéticos. Como individuos, su entorno puede ser próximo o alejado, el lugar donde se pisa o el lugar que es capaz de conocer y visualizar intelectualmente. Dispuestos al movimiento constante e instantáneo, física, virtual y digitalmente. Capaces de habitar, a la vez, éste y otros mundos, su realidad y la de otros. En definitiva, un nuevo nómada.
La vivienda, todavía como espacio de habitación de lo común, está poco a poco tratando de adaptarse a esos cambios, flexibilizando y deshaciendo límites. Este nuevo nómada no quiere ser sólo un refugio ante la adversidad exterior o una forma de apariencia social o el pequeño museo donde se almacenan los objetos y los recuerdos. Hoy, más que nunca, aspira a ser el reflejo de nuestros propios deseos, el lugar activo para el ocio o la actividad lúdica y confortable, el nodo de unión a la red universal, un espacio para la autocomplacencia y la alegría; en definitiva, el lugar donde hacer posible las diversas e imprevisibles actitudes del hecho contemporáneo. Por tanto, la vivienda debe plantearse desde una actitud estimulante y plural, abierta y posible, promoviendo lo personalizado, lo diferente, frente a lo igualatorio; lo diverso y capaz, frente a lo estereotipado; la amplitud del vacío cualificado y flexible, frente a la compartimentación especializada; la casa sujeto, con vida, frente a la casa objeto; las relaciones interpersonales activas, frente a la vecindad; la vivienda paisaje, frente a la inserción en el paisaje. Una alternativa, un estímulo para una actitud vital positiva, desinhibida y creativa. UNA FIESTA.
También la casa es lugar de lo privado, de lo individual. Individual como diferente, diferenciado, diferenciador, único y múltiple, hedonista.
Todo proyecto es un PROCESO para poner en carga o activar un sistema (o espacio)
El proceso se inicia, pero nos sobrevive, toma vida autónoma.
Los procesos, como tales, son abiertos e incontrolados.
Por tanto hay una pacífica convivencia basada en la retroalimentación, no exenta de tensión, entre sujeto, espacio habitable y objeto construido.


Frente a la idea de construir bandejas horizontales de funciones superpuestas jerárquicamente según los diferentes forjados, se plantea aquí un uso más libre del espacio habitable, que deberá ser capaz de dar cuerpo a múltiples facetas (incluidas la movilidad, la flexibilidad y la comunicación) por ello, la casa se plantea como altamente variable y heterogénea, flexible, acomodable, cómoda, al tiempo que alegre, desenfadada y con capacidad de mutación.
El espacio, por tanto, se estructurará con cada mirada, con cada movimiento, con cada gesto que el usuario le dedique, modificando a cada instante la relación entre los diferentes elementos que se presentan, capaces ahora de mutar, multiplicando enormemente su capacidad de acción-reacción. Por ello, y aunque ahora se presente un esquema de funcionamiento, los espacios están tan poco especializados que podrán variar a lo largo de la historia útil del edificio sin grandes traumas.
La casa tradicional sevillana, desde su simplicidad estructural y formal tiene muchas de las cualidades que aquí se expresan, al tratarse del lugar de lo impreciso, siempre dispuesto a su definición y redefinición: habilitación de metros cúbicos para habitar donde la memoria se usa como nutriente. En sus mil reciclajes ha demostrado su flexibilidad y acomodación a las distintas formas de vida. Esta intervención será, pues, un nuevo eslabón en la cadena de la vida del edificio que demuestra una vez más su buena salud, contribuyendo así a una construcción ecológicamente sostenible.
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